lunes, 29 de septiembre de 2008

Toneladas de corazones de vaca enterradas en el jardín (el artista busca su best seller)





...La maquina de escribir es mi juicio, el martillo que golpea la hoja graba la sentencia, mis dedos presionan las ideas, el cerebro traspira sangre, el corazón es el motor para mantenerme despierto. Ya no se que saldrá de esto, la idea fue baga y creció sin que me de cuenta. Ella, el y sus vicios, el vino que se vuelca en la mesa, el famoso cuchillo que siempre aparece en toda pelea de amores, el detective con su chaleco gris y su sombrero, sus palabras que cautivan a la dama y atrapan al caballero, tenia que ser un crimen perfecto, ¿que hacer con el cadáver? El canibalismo era una buena opción para que nadie sospeche nada, pero desde que el lector leía el primer renglón de la primera hoja, o arriesgándome mas digo, desde el momento que compraba el libro sabia que el caso se resolvería, sabia que en el mundo no hay lugar para borrachos desquiciados, que a los perdedores se los debe condenar a la ignorancia absoluta y en el caso de revelarse llevarlos al otro mundo, con el perdón de dios podemos hacer eso. Mi personaje por eso tendría que ser el típico chico perfecto, aquel que toda madre quiere para su hija, el que ayuda a su suegro a cambiar la rueda del auto...


("ingratos relatos"Axxxx Rxxxx)